Los bonos, y otros instrumentos de renta fija, son un medio de inversión y financiación clave hoy en día. ¡Hablemos sobre estos activos tan peculiares!
¿A qué llamamos Bonos e instrumentos de renta fija?
Para conocer todo aquello que gira entorno a los bonos e instrumentos de renta fija, hemos de profundizar en el activo y objeto de inversión: la deuda.
Por lo tanto, un activo de renta fija (también conocido como Bono) es el resultado de una emisión de deuda, convirtiendo al comprador o tenedor del activo en acreedor de la entidad emisora.
La adquisición de renta fija otorga el derecho (pero no la seguridad) de obtener el precio de reembolso del activo al final del periodo amortizado, así como unos intereses, explícitos e implícitos, denominados cupones.
Dentro de esta «seguridad» entra en juego la calidad crediticia de la deuda, la cual dependerá del sujeto emisor de ésta (Estado, Sistema Bancario, empresas no financieras…).
En relación a ello, esta emisión de deuda se lleva a cabo en Mercados Organizados. En España, encontramos una amplia variedad en función del carácter público o privado del emisor.
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Principales características de los Bonos e instrumentos de renta fija
Como ya sabemos, un Bono es una activo de renta fija fruto de una emisión de deuda. Para proceder a su definición hemos de conocer qué elementos forman parte de dicho proceso de emisión.
Elementos de un Bono
Los elementos de un Bono constituyen aquellos parámetros que hemos de tener en cuenta a la hora de adquirir y valorar un activo de renta fija o Bono.
Dicho esto, los principales elementos son los siguientes:
Clasificación de los Bonos e instrumentos de renta fija
Los Bonos se pueden clasificar en varias tipologías en función de diferentes criterios:
Según el emisor
Existen 3 tipos de emisores de activos de renta fija:
a) El Estado
En el caso español hablamos del TESORO PÚBLICO. Son las Letras del Tesoro, Bonos, Obligaciones, STRIPS, entre otros.
b) Los Organismos Públicos
En este grupo hablamos de las Comunidades Autónomas.
c) Empresas privadas
Entre los bonos emitidos por empresas privadas, encontramos los bonos privados y la deuda corporativa. Por ejemplo:
- Pagarés de empresa
- Bonos convertibles
- Subordinados
- Con warrant
- Indexados o indiciados
- Bonos y obligaciones clásicas (plain vanilla).
- Con cláusulas de amortización anticipada, como los Bonos con opción a compra (callable bond) o venta (putable bond)
- Con garantías, como los bonos con garantía real (bonos de titulización), y la garantía hipotecaria (cédulas y bonos hipotecarios, titulización hipotecaria)
En relación a esto, en la siguiente tabla puedes encontrar las principales características de la renta fija pública en España.
Según el Plazo
Podemos encontrar Bonos a corto plazo, es decir, con un plazo de amortización inferior a 2 años, como son las Letras del Tesoro o los Pagarés de Empresa.
Por otro lado encontramos Bonos a medio y largo plazo (plazo de amortización superior a 2 años), como los Bonos de 2 a 5 años, y las Obligaciones (más de 5 años).
Según el Cupón
Según este tercer criterio podemos encontrar los siguientes bonos:
- Bono de cupón cero
- Cupón fijo
- Y bono de cupón variable
Según la prelación (derecho de prioridad)
De acuerdo a la calidad crediticia de una deuda, te mostramos, brevemente, el siguiente orden de prioridad de cobro del dinero invertido.
a) Bonos Senior
Cuando hablamos del nivel Senior, hacemos referencia a Bonos y Obligaciones ordinarios y los más conocidos.
Están garantizados por el patrimonio del emisor.
b) Bonos Subordinados
Este tipo de deuda presenta una calidad crediticia inferior a la deuda senior, debido a que el pago de los intereses (cupones) está condicionado por la obtención de beneficios.
Además, en caso de suspensión de pagos o quiebra, los tenedores de esta deuda cobrarían el dinero prestado más tarde que aquellos que se encuentran en tramos superiores (senior), incurriendo así en un posible riesgo de no recuperar la inversión realizada.
Estas son las dos categorías principales de deuda según su prelación, pero en la práctica podemos encontrar otros baremos donde encontramos renta fija y variable (algunos combinan características de ambas). Lo mostramos en la siguiente gráfica:
Así pues, la deuda senior garantizada es la deuda que menor riesgo presenta en la pirámide de prelación ya que está vinculada y respaldada por un «activo real» y cuenta con la mayor calidad crediticia posible. Hablamos de las Cédulas Hipotecarias (Covered Bonds), emitidas por las entidades financieras.
A ésta le sigue la deuda Senior, la Subordinada (ya comentadas) y los productos híbridos. Estos últimos son emitidos por empresas no financieras, las cuales, a fin de no ver mermadas sus ratios de endeudamiento, quedan reflejados en el balance como deuda (pasivo), y como capital (patrimonio neto). Es decir, combinan activos de renta fija y variable.
Un ejemplo de ello son los llamados COCOS o BONOS CONVERTIBLES.
De esta forma, la deuda híbrida combina las características de las acciones y la deuda subordinada (que es la más conocida y empleada), posicionándose entre ambas.
Os dejo por aquí el enlace a un artículo de Álvaro Bayón, en el periódico Cinco Días, acerca de la actual atracción hacia la deuda híbrida emitida por empresas que, a pesar de tener un balance solvente, recurren a ella tras el confinamiento y crisis económica provocada por el Coronavirus en 2020. La razón más común son los problemas puntuales de liquidez.
¿Y las participaciones preferentes? ¿Se trata de deuda subordinada?
Todos hemos oído hablar en alguna ocasión de las participaciones preferentes.
Las participaciones preferentes son activos financieros con un cierto nivel de riesgo, cuya capacidad de negociación es de tal complejidad que se ha de disponer de conocimientos financieros para poder gestionarlas. Hace unos años, estos activos fueron noticia en numerosos medios de comunicación dado el gran número de pequeños ahorradores que se vieron perjudiacados tras firmar su contratación, sin ser plenamente conscientes de ello.
Sin embargo, encontramos semejanzas y diferencias entre la deuda subordinada y las participaciones preferentes.
Semejanzas
Tanto en los bonos subordinados, como en las participaciones preferentes, los intereses vendrán condicionados por la obteción de beneficios de la entidad emisora. Es decir, alcanzar o no un determinado nivel de beneficios determinará el cobro de los intereses.
Así pues, ambos se encuentran (en orden de prelación) por debajo de los acreedores ordinarios (deuda senior).
Finalmente, cabe destacar que ninguna de ellas está garantizada por el Fondo de Garantía de Depósitos.
Diferencias
La diferencia más importante radica en que las participaciones preferentes son perpetuas (se desconoce cuándo se recuperará el principal), mientras que los bonos subordinados tienen marcada una fecha de vencimiento o amortización.
Finalmente cabe destacar que las participaciones preferentes cuentan con una rentabilidad fija sólo el primer año, pero los posteriores dicha rentabilidad suele ser variable; así como no confieren a su titular derecho de voz, voto o participación en el capital.
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Entre los años 2009 y 2010 hubo una gran aceptación de este tipo de activos por parte de pequeños ahorradores. El gancho, como bien destaca el artículo del periódico Expansión publicado en 2009, fue la elevada rentabilidad ofrecida. La mayor parte de las entidades bancarias se unieron a esta «debacle» que tanta repercusión y litigios ocasionó. Tras ello, se exigió conocer con claridad el perfil inversor de todo pequeño o gran ahorrador, antes de ofrecer instrumentos financieros de tal índole.
Bonos e instrumentos de renta fija internacionales
Para concluir, hablaremos de los principales activos de renta fija internacionales, como son los Bonos Extranjeros y los bien conocidos Eurobonos.
Bonos Extranjeros
Los bonos extranjeros son Bonos emitidos por un país extranjero y en la moneda del país en que son colocados (no necesariamente en el país emisor).
Están por lo tanto regulados por la normativa del país en que son colocados dichos bonos. Normalmente, «la empresa extranjera emisora» cuenta con una filial en el país donde negociará dichos bonos.
Una de las finalidades de esta práctica financiera es conseguir «divisas«, es decir la moneda del país en que se colocan los Bonos, para realizar transacciones dentro y fuera del país.
Os hablaré de una curiosidad. Cuando en España la moneda existente era la «peseta» (y no el euro), las empresas extranjeras emitían bonos en pesetas, ya que los colocaban en España.
Pues bien, a ese bono se le conocía como «Bono Matador»
Veamos algunos ejemplos más actuales:
Bono Yankee – EE.UU. –
Un bono emitido por una empresa española (extranjera a EE.UU) en dólares estadounidenses recibe el nombre de Bono Yankee.
Bono Samurai – Japón –
Por su parte, los Bonos Samuai son bonos emitidos por empresas no japonesas, colocados en Japón y bajo la moneda de dicho país (yenes).
Bono Bulldog – Reino Unido –
Las entidades no británicas que emitan bonos en libras esterlinas, en Reino Unido, emitirán Bonos Bulldog.
Bono Canguro – Australia –
Por ejemplo, una empresa española decide emitir y colocar bonos en Australia, y bajo la moneda del país (dólares australianos).
A estos bonos se les llamará Bonos Canguro.
Bono Kiwi – Nueva Zelanda –
Finalmente, cuando una empresa extranjera emite Bonos en Nueva Zelanda y en dólares neozelandeses. Dicho bono recibirá el nombre de Bono Kiwi.
Conclusiones
Para finalizar esta entrada dedicada a bonos e instrumentos de renta fija, es importante recalcar que a pesar de que la rentabilidad de estos activos es fija, el inversor adquiere el derecho de recibir dicho interés, pero no la seguridad.
En el mundo inversor es importante conocer y ser consciente de lo que se contrata. La decisión clave es saber en qué invertiremos nuestros ahorros; ¿en bonos e instrumentos de renta fija, en renta variable, híbridos?
En la actualidad llamamos inversor a aquellos particulares o empresas que presenten una cartera de 10.000 activos de renta fija o variable; así como aquel pequeño ahorrador que cuenta con una pequeña cantidad.
Todos son inversores, y todos ellos, a lo largo del periodo de inversión, corren un riesgo inherente como es el riesgo de los tipos de interés, el cual afectará, en este caso, al precio del bono, e incluso a los cupones que genere el título.
Dicho esto, es muy importante conocer el perfil inversor y sus conocimientos a fin de acceder a los instrumentos financieros que se adecúen a sus preferencias y su capacidad de inversión.
Si queréis conocer más sobre los riesgos existentes en los bonos, cómo calcular su precio, duración, etc… no os perdáis las novedades del blog ya que tenemos un artículo donde lo tratamos en detalle.
Tampoco olvides comentarnos cualquier duda o tema que te gustaría que se trate en este Blog. Gracias por leernos y espero te haya gustado. ¡Hasta pronto! 😃
Bibliografía
- https://economipedia.com/definiciones/orden-de-prelacion.html
- https://www.arriagaasociados.com/2014/02/diferencias-basicas-entre-las-preferentes-y-las-subordinadas/
- https://www.tesoro.es/